La comida nutre el cuerpo y el arte alimenta el alma, la invitación es revisar tus Talentos para ponerlos en práctica y entonces cantar, bailar, tejer, bordar, cocer, pintar, dibujar, actuar, leer, escribir, tocar un instrumento, moldear barro, cerámica, tallar madera, forjar metales, ensamblar abalorios, tomar fotografías, acercarse a la gastronomía, jardinería, coleccionar estampillas, y otros que se me escapan ahora.
Su práctica no es con la intención de ganarse un concurso, aunque seguramente muchos se llevarán sorpresas cuando vean que lo realizado con sus manos es admirado por otros, tus amigos terminarán comprando lo que haces, o invitándote a participar de una jornada lúdica para bailar o cantar y seguramente a medio camino de seguir progresando en tus habilidades llegará el aplauso del concurso.
La intención es que este Talento se convierta en una puerta de entrada a la sensibilidad que te acerca al Creador. Cuando estamos creando sentimos la fuerza suprema que también nos ha creado, en el arte desaparece la soledad, la tristeza y el miedo, y las ganancias son magníficas, porque la concentración nos enfoca en el arte que estamos ejercitando, y de la concentración pasamos a vivir una profunda acción meditativa.
Ahora, si persiste en decir que no posee una de estas habilidades, mientras las descubre, le invito a que se acerque a ellas, puede convertirse en el mejor admirador y coleccionar, o disfrutar una presentación en museos, centros culturales y plazas de todo el despliegue de arte, cultura y folklor.
atte, almaluz hurtado borrero.
